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Prescripción en México

En el derecho mexicano, la prescripción se divide en dos grandes ramas

¿Qué significa la prescripción en el derecho mexicano?

La prescripción es una figura jurídica que, aunque suena técnica y muchas veces pasa desapercibida en el lenguaje cotidiano, tiene un impacto directo y contundente en la vida legal de cualquier persona en México. Se trata, básicamente, de un límite de tiempo que la ley impone para hacer valer ciertos derechos o, en su caso, para adquirir otros.

En términos simples, si alguien no actúa dentro de los plazos legales, puede perder la oportunidad de reclamar lo que por derecho le corresponde.

Por ejemplo, si prestas dinero y no demandas su pago en un cierto periodo, podrías quedarte sin derecho a exigirlo. Pero también puede jugar a tu favor: si ocupas un inmueble durante años y cumples ciertos requisitos, podrías convertirte legalmente en su propietario.

Desde mi experiencia trabajando y analizando el marco legal mexicano, he visto cómo muchas personas pierden propiedades, derechos laborales, deudas o incluso herencias, simplemente por no conocer que existen tiempos legales que lo definen todo.

El conocimiento de la prescripción no solo es útil: puede ser la diferencia entre ejercer tus derechos o perderlos para siempre.

En este artículo, te guiaré a través de lo que significa la prescripción en México, sus tipos, plazos más comunes, cómo se interrumpe y cómo se diferencia de la caducidad. Todo, explicado con ejemplos prácticos y un enfoque que conecta la teoría legal con situaciones reales.

Tipos de prescripción: adquisitiva y extintiva

En el derecho mexicano, la prescripción se divide en dos grandes ramas, cada una con un impacto muy distinto en la vida legal de las personas: la prescripción adquisitiva y la prescripción extintiva.

Comprenderlas es esencial para saber cuándo puedes ganar o perder un derecho simplemente por el paso del tiempo.

Prescripción Adquisitiva (o Usucapión)

Este tipo de prescripción se refiere a la adquisición de un derecho, típicamente de propiedad, por el uso continuo de un bien durante un cierto periodo de tiempo y bajo condiciones específicas. Es más común de lo que parece, especialmente en el caso de inmuebles.

Por ejemplo, si una persona ocupa un terreno de manera pacífica, continua, pública y en calidad de dueño durante un número determinado de años (por ejemplo, 5 años si tiene un título y es de buena fe, o 10 años sin ellos), puede iniciar un procedimiento legal para que se le reconozca como legítimo propietario. Es lo que se conoce como usucapión.

Prescripción Extintiva

Por otro lado, la prescripción extintiva se refiere a la pérdida del derecho a reclamar o ejercer una acción legal. Es decir, si no demandas o haces valer tu derecho en cierto tiempo, la ley asume que has renunciado a él.

Por ejemplo, si prestaste dinero y el deudor no pagó, pero dejaste pasar varios años sin iniciar ninguna acción legal, podrías perder tu derecho a cobrarlo. En México, las acciones personales prescriben en cinco años, salvo que la ley indique otro plazo.

También puede aplicarse en otros ámbitos, como en arrendamientos, contratos laborales, y hasta en delitos, dependiendo del tipo penal.

Como explico en mis charlas con clientes y estudiantes, la ley no solo protege derechos, también protege la certeza jurídica. Y la certeza incluye que las cosas no se queden “pendientes” indefinidamente. Por eso la prescripción actúa como un reloj legal: si suena la campana y no actuaste, perdiste.

¿Cuál es la diferencia entre prescripción y caducidad?

Uno de los errores más comunes que encuentro entre clientes y colegas menos familiarizados con el derecho civil es confundir prescripción con caducidad. Aunque ambas figuras comparten el efecto de extinguir derechos por el paso del tiempo, no son lo mismo y se aplican en contextos distintos.

¿Qué es la caducidad?

La caducidad también pone un límite de tiempo para ejercer un derecho, pero se diferencia de la prescripción en que no se puede interrumpir ni suspender. Si el plazo se vence, el derecho simplemente desaparece, y no hay vuelta atrás.

Por ejemplo, si la ley te da un año para impugnar un testamento y no haces nada en ese periodo, pierdes definitivamente la oportunidad de hacerlo. Incluso si te enfermaste o estuviste fuera del país, no hay forma de detener ese reloj.

La prescripción, en cambio, sí puede interrumpirse (lo veremos más adelante) y reiniciar su conteo si se dan ciertas condiciones.

Diferencias clave

CaracterísticaPrescripciónCaducidad
Se puede interrumpirNo
Puede beneficiarte (como usucapión)No
Requiere acción del interesadoGeneralmente Sí
Extingue derechos o acciones
Se basa en el abandono o inactividadTambién, pero con efecto más severo

Prescripción de deudas: ¿Qué derechos puedes perder con el tiempo?

Uno de los escenarios más frecuentes donde la prescripción entra en juego es en el cobro de deudas, tanto personas físicas como empresas enfrentan con frecuencia este problema: se otorga un préstamo o se firma un contrato, y al pasar los años, el acreedor no reclama formalmente lo que le corresponde.

Aquí es donde entra la prescripción extintiva, con consecuencias muy claras: el deudor ya no está obligado a pagar si se venció el plazo legal.

¿Qué tipos de deudas prescriben?

En México, las deudas que no se exigen judicialmente dentro del periodo determinado por ley pueden considerarse prescritas. Esto incluye:

  • Préstamos personales: Prescriben en cinco años, si no hay acción legal que lo interrumpa.
  • Tarjetas de crédito: También prescriben a los cinco años. Muchos usuarios creen que estas deudas “duran para siempre”, cuando en realidad pueden extinguirse si el banco no inicia una demanda.
  • Créditos hipotecarios: Tienen prescripciones más largas, pero también pueden caducar si no hay reclamo.
  • Cheques y pagarés: Tienen prescripción especial, y si no se presentan o se ejecutan en los plazos correspondientes, pierden fuerza legal.

¿Qué puede hacer el deudor?

Si sospechas que tu deuda ha prescrito, no asumas automáticamente que estás libre de pagar. Lo mejor es consultar a un abogado para revisar el caso. En muchos casos, la prescripción no opera de forma automática: debe ser alegada ante un juez para que tenga efecto.

Plazos de prescripción más comunes en México

El Código Civil Federal y otras leyes mexicanas establecen plazos de prescripción según el tipo de derecho o acción de que se trate. Conocerlos puede ayudarte a evitar perder derechos o, en ciertos casos, incluso beneficiarte.

Aquí te dejo un resumen práctico:

Prescripción Extintiva (para perder un derecho)

  • 5 años: para acciones personales como deudas, contratos, rentas.
  • 2 años: para responsabilidad civil extracontractual (por ejemplo, accidentes).
  • 1 año: para ciertos reclamos laborales y mercantiles (como impugnación de testamentos o cheques).
  • 10 años: si no se estipula otro plazo específico en la ley.

Prescripción Adquisitiva (para ganar un derecho)

  • 5 años: si la posesión del bien es pacífica, continua, de buena fe y con justo título.
  • 10 años: en caso de que no haya título o buena fe.

Con frecuencia, cuando explico este tema, las personas quedan sorprendidas al descubrir que pueden perder o ganar un bien simplemente por no actuar durante un periodo definido. Por eso siempre recomiendo llevar un control legal de los contratos, pagos, y posesiones, y no dejar pasar los plazos sin hacer nada.

¿Se puede interrumpir la prescripción? Cómo y cuándo

Afortunadamente, la ley mexicana prevé mecanismos para interrumpir la prescripción, es decir, reiniciar el conteo del tiempo. Esta es una herramienta vital para quienes desean proteger sus derechos y no dejar que el tiempo los borre.

¿Cuándo se interrumpe?

La prescripción se interrumpe cuando:

  1. El deudor reconoce la deuda de forma expresa o tácita. Por ejemplo, si te paga una parte del dinero, se reinicia el conteo.
  2. Se presenta una demanda judicial. Desde ese momento, la prescripción se interrumpe y vuelve a contar desde cero si el juicio no prospera.
  3. El acreedor hace una reclamación formal por escrito que el deudor responde.

“La prescripción puede ser interrumpida por diversas causas, como el reconocimiento del derecho por parte de quien debe prescribir o el inicio de un juicio. Una vez interrumpida la prescripción, el tiempo comienza a correr nuevamente desde cero.”

Es un detalle crucial, porque muchas personas creen que, al dejar “congelada” la situación, no pasa nada. Pero el tiempo legal no perdona. Si no actúas, lo pierdes todo.

Consejos para proteger tus derechos antes de que prescriban

Si hay una lección clave en todo esto, es la siguiente: no dejes que el tiempo te gane. Aquí algunos consejos prácticos para no perder tus derechos:

  • Conserva evidencia escrita de todo: contratos, pagos, acuerdos.
  • Actúa rápidamente ante cualquier conflicto. No esperes a que “se solucione solo”.
  • Consulta a un abogado si no estás seguro del plazo de prescripción de tu situación.
  • No firmes documentos sin entenderlos: un simple recibo puede interrumpir la prescripción.
  • En casos de posesión de inmuebles, documenta tu ocupación (testigos, fotos, pagos, servicios a tu nombre).

“Es crucial conocer estos plazos para no perder derechos o para estar al tanto de cuándo se extinguen ciertas obligaciones.”

Y esa es la diferencia entre ser dueño de tu destino legal o ser una víctima del olvido.

Conclusión: por qué conocer la prescripción puede cambiar tu situación legal

La prescripción no es solo un tecnicismo legal. Es un reloj silencioso que define el destino de tus derechos. Puede protegerte, darte beneficios, quitarte cargas… o hacerte perder oportunidades si no estás atento.

Desde el derecho civil hasta el derecho penal, pasando por contratos, herencias, deudas y propiedades, la prescripción tiene presencia en todo. Y como toda herramienta jurídica, su poder depende de cuánto la comprendas.

En mi experiencia, muchos de los conflictos legales que veo podrían haberse evitado si las personas supieran que el tiempo es un actor más dentro del juicio. Y no un actor pasivo: uno que puede decidir quién gana o pierde.

Así que si hay algo que debes recordar al cerrar este artículo, es esto: No dejes para mañana lo que legalmente tienes que hacer hoy, contáctame.