
En la vida cotidiana, las personas usamos, disfrutamos y ejercemos control sobre diversos bienes, ya sea una vivienda, un automóvil o cualquier otro objeto
Sin embargo, no siempre somos los propietarios de esos bienes. La posesión es un derecho que permite a una persona ejercer un poder material sobre una cosa, independientemente de si es dueña de esta o no.
Cuando alguien maneja un automóvil o habita una casa, se presume que es su propietario hasta que se demuestre lo contrario. Esta presunción es clave en el derecho civil, pues la posesión es un derecho protegido por la ley, aunque no siempre implique propiedad.
El objetivo de este artículo es explicar a fondo qué es la posesión, en qué se diferencia de la propiedad, los tipos de posesión reconocidos legalmente, los bienes que pueden ser objeto de posesión, las formas en que se adquiere y se pierde este derecho, y su protección jurídica en el marco legal mexicano.
Diferencia entre posesión y propiedad
El concepto de posesión suele confundirse con el de propiedad. Sin embargo, aunque ambos permiten el uso y disfrute de un bien, la diferencia esencial radica en que la propiedad otorga, además, el derecho de disposición.
Es decir, quien es propietario puede vender, donar, hipotecar o disponer libremente del bien, mientras que el poseedor solo puede usarlo y disfrutarlo sin ser necesariamente su dueño.
Un ejemplo claro es el de una persona que arrienda una casa. El inquilino posee el inmueble, ya que lo habita y usa, pero el propietario es quien tiene el derecho de venderlo o modificarlo estructuralmente.
Tipos de posesión según la ley
El derecho civil distingue entre dos tipos principales de posesión:
De buena fe
Se da cuando una persona adquiere la posesión de un bien en virtud de un título o contrato legítimo que le da derecho a poseerlo.
Ejemplo: Un arrendatario que renta un automóvil y lo usa conforme a lo estipulado en su contrato es un poseedor de buena fe. Incluso si el contrato estuviera viciado, el poseedor seguiría actuando de buena fe si desconoce esos defectos.
De mala fe
Ocurre cuando alguien posee un bien sin tener un título legítimo que lo respalde o cuando lo adquiere sabiendo que su título es inválido.
Ejemplo: Un vecino que comienza a utilizar un terreno baldío como si fuera suyo, sin haber celebrado contrato alguno con el propietario legítimo, es poseedor de mala fe.
Bienes y derechos que pueden ser objeto de posesión
La posesión no se limita solo a objetos físicos, sino que también puede recaer sobre derechos.
Bienes muebles
Son aquellos que pueden trasladarse de un lugar a otro sin afectar su estructura. Entre ellos se incluyen:
- Vehículos
- Muebles de una casa
- Dinero
- Derechos de autor
- Acciones en sociedades
Bienes inmuebles
Son aquellos que están fijos al suelo y no pueden trasladarse sin deterioro. Algunos ejemplos incluyen:
- Casas y departamentos
- Terrenos
- Árboles y cultivos adheridos a la tierra
- Derechos sobre inmuebles, como una hipoteca
Algunos bienes pueden cambiar de categoría dependiendo de su situación. Por ejemplo, una estatua adherida a un inmueble es considerada parte del bien inmueble, pero si se retira, vuelve a ser un bien mueble.
Formas de adquirir la posesión
Existen diversas maneras en las que una persona puede llegar a poseer un bien, ya sea de manera legítima o ilegítima.
Actos lícitos
Se adquiere la posesión de manera legal mediante:
- Contratos: Arrendamiento, comodato, usufructo, herencia, compra-venta.
- Herencias: Un heredero puede tomar posesión de un bien incluso antes de formalizar su propiedad.
- Prescripción adquisitiva: Si una persona posee un bien durante cierto tiempo y cumple con los requisitos legales, puede adquirir la propiedad del mismo.
Actos ilícitos
Algunas personas obtienen la posesión de un bien sin un derecho legítimo:
- Despojo: Cuando una persona arrebata la posesión de un bien sin el consentimiento del poseedor original.
- Apropiación indebida: Uso de un bien ajeno sin autorización del propietario.
Protección legal de la posesión
El derecho de posesión está reconocido y protegido en diversas disposiciones legales en México.
Protección constitucional
El artículo 16 de la Constitución Mexicana establece que:
“Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”.
Esto significa que una persona no puede ser despojada arbitrariamente de la posesión de un bien sin un procedimiento legal previo.
Protección en el Código Civil
El Código Civil también protege la posesión a través de:
- Interdictos posesorios: Acciones legales que permiten al poseedor defender su derecho frente a terceros.
- Acción de reivindicación: Permite al propietario recuperar un bien de manos de quien lo posea sin derecho legítimo.
Causas de pérdida de la posesión
La posesión de bienes puede perderse por diversas razones, entre ellas:
- Abandono voluntario.
- Cesión a otra persona mediante venta, donación o herencia.
- Destrucción o pérdida del bien.
- Resolución judicial que ordene la entrega del bien a otra persona.
- Expropiación por parte del Estado, por razones de utilidad pública.
- Prescripción extintiva, cuando el poseedor no ejerce su derecho durante el tiempo que establece la ley.
Un caso particular es el despojo, donde una persona pierde la posesión por la fuerza o por maniobras ilegales. Si el despojo se mantiene por más de un año sin que el poseedor original actúe legalmente, el despojante puede consolidar su posesión.
Casos prácticos y ejemplos comunes
En la práctica, la posesión es un concepto que se encuentra presente en muchas situaciones cotidianas:
- El inquilino de un departamento: Vive en la propiedad y la usa libremente, pero no puede venderla.
- Una persona que toma prestado un automóvil: Puede manejarlo y darle mantenimiento, pero no puede venderlo ni modificarlo sin permiso del dueño.
- Alguien que ocupa un terreno abandonado: Si lo hace sin autorización, es poseedor de mala fe y puede enfrentar acciones legales por despojo.
- Un comprador que adquiere una casa con documentos falsificados: Si no sabe del fraude, es poseedor de buena fe. Si lo sabía, es poseedor de mala fe.
Conclusión
El derecho de posesión es un concepto fundamental en la vida cotidiana y en el derecho civil. Conocer la diferencia entre posesión y propiedad, los tipos de posesión, los bienes que pueden ser poseídos y los mecanismos de protección legal es clave para evitar conflictos y hacer valer los derechos sobre los bienes que se usan y disfrutan.
Comprender este tema no solo ayuda a evitar problemas legales, sino que también permite hacer un uso más seguro y eficiente de los bienes en posesión, garantizando que se respeten los derechos de todos los involucrados.
En muchos casos, la posesión puede dar lugar a disputas legales, ya sea por despojos, contratos viciados, problemas de arrendamiento o reclamos de propiedad. Por esta razón, contar con el apoyo de un abogado especialista en derecho civil es fundamental.
Un abogado con experiencia en esta materia puede asesorar sobre la mejor estrategia para defender la posesión, iniciar acciones legales en caso de despojo o conflicto, e incluso gestionar trámites para convertir la posesión en propiedad mediante la prescripción adquisitiva.
Enfrentar un problema de posesión sin el conocimiento adecuado puede derivar en la pérdida del bien o en largos litigios. Un especialista en derecho civil no solo brinda protección legal, sino que también ayuda a prevenir complicaciones, garantizando que los derechos del poseedor sean respetados conforme a la ley.